Impresión 3D aplicada al aprendizaje basado en competencias:
En el posteo anterior, comenzamos a reflexionar sobre algunas de las ideas que nos habían impactado fuertemente en nuestra recorrida por el IV Congreso de Impresión 3D. Hoy finalizaremos esta temática, hablando un poco del segundo de los puntos que capturó nuestra atención: El uso de la impresión 3D en el aprendizaje por Competencias
Cambia, todo cambia…
El mercado de hoy día es un río que no cesa de fluir. Basta pensar en el tiempo que durará nuestro nuevo celular o cuánto falta para que el último modelo de auto que hoy se publicita sufra un restyling. Cambia, todo cambia… y cada vez lo hace más rápido.
Las empresas lo saben y para poder mantenerse a flote en un mercado donde los ciclos de vida son cada vez más cortos, adaptan sus procesos para hacerlos más flexibles y responder así de manera ágil a las exigencias de cambios en los productos, en los volúmenes de venta e incluso, en los destinos de comercialización. (Para leer más sobre cómo la manufactura aditiva contribuye al logro de procesos más flexibles, te invitamos a leer nuestro posteo anterior)
Ahora bien, para concebir, producir y vender sus productos, las empresas necesitan profesionales con las habilidades suficientes para no ahogarse en las turbulentas aguas de este río que, como aquel de Heráclito, siempre es otro, siempre es distinto. Y aquellos que quieran sobrevivir, precisarán mucho más que el conocimiento académico de sus especialidades. Por mucha teoría que se imparta, a nadar se aprende nadando.
Esta preocupación viene inquietando a la comunidad educativa universitaria desde hace años. ¿Cómo dotar a los egresados de nuestras universidades de las competencias necesarias para resolver con éxito los problemas específicos en sus labores diarias como profesionales?
Hacer foco en las competencias, no es negar la base teórica ni el ensalzar las capacidades prácticas. Es la búsqueda por vincular ambas en la manera óptima para que el profesional sea capaz de resolver satisfactoriamente los problemas concretos que surgen en ambiente laboral en constante mutación. Es entender para luego llevar al aula, la manera en que los profesionales resuelven situaciones complejas de sus disciplinas, cómo se comunican, cómo negocian… en fin, cómo nadan.
La impresión 3D aplicada a la enseñanza permite anticipar el tipo de problemas que surgirán, reproduciendo la misma dinámica de resolución que aplican las empresas en las que se desarrollarán en los años venideros. Es una gran ventaja poder materializar el objeto de estudio, ya sea un hueso, un órgano, un engranaje, un nuevo celular, una dentadura o el frente del tablero de un vehículo y utilizarlo como input del proceso de aprendizaje.
Aunque claro está, nadie podría desempeñarse como ingeniero o cirujano solamente con capacidades de trabajo en equipo, escucha activa, negociación y liderazgo. Un ingeniero precisará siempre conocer de integrales y derivadas como un cirujano de anatomía, eso no está en discusión. Pero el aprendizaje por competencias, busca articular de mejor manera los conocimientos del corpus teórico de cada disciplina con la forma de aplicarlas exitosamente en la labor diaria de las empresas. Es en esta articulación entre el mundo académico y el profesional donde la Impresión 3D puede ayudar, fundamentalmente porque:
- Es posible replicar en el aula fácilmente la dinámica de la vida laboral
- Contribuye a materializar ideas de manera realista
Veamos un ejemplo: Uso de la impresión 3D aplicado a la enseñanza del Diseño Mecánico
En el método tradicional, los estudiantes de diseño mecánico de la carrera de ingeniería mecánica, desarrollan el criterio para la concepción de piezas y conjuntos mecánicos. Se les brindan los conceptos sobre normas, ajustes y tolerancias, acabados superficiales, tipos de materiales, etc. Además, se los instruye sobre la influencia del diseño en la resistencia del producto a las solicitaciones, posibilidades de fabricación del mismo y su control dimensional.
Por otro lado, cursan materias que tratan específicamente la resistencia de los materiales, el cálculo de elementos de máquina, las tecnologías de la fabricación existentes, la calidad y la metrología, entre otras tantas materias de la currícula. Todo en forma separada. Pocas son las posibilidades en que el estudiante experimenta la confluencia de todas en una misma actividad.
El profesional que diseña en la industria no lo hace solo. Su labor está en constante tensión con las otras áreas de la empresa. No sólo debe conocer las tecnologías de fabricación, sino que debe asegurarse que su proyecto pueda ser fabricado con el plantel de máquinas a las que se tiene acceso. No sólo debe conocer de resistencia de materiales, sino que tiene que seleccionar uno que esté disponible y sea coherente con el costo objetivo que el área comercial fijó. Si el diseño es novedoso y atractivo, pero no puede ser ensamblado en la línea de montaje por los operarios, no sirve de nada.
Utilizar la Impresión 3D para el diseño mecánico en el marco de la enseñanza por competencias, permitiría integrar los conocimientos académicos en dinámicas de aprendizaje que reproduzcan de manera vívida esas tensiones que deberá resolver laboralmente.
El diseño realizado puede ser rápidamente impreso para evaluarse dentro de un equipo de estudiantes desde múltiples miradas. Desde la fabricación, el montaje, el control dimensional, incluso desde lo resistencial. Los resultados de ese análisis multidisciplinario, fácilmente pueden introducirse como variables en un nuevo loop de diseño, tal cual ocurre nuestras fábricas. En estos cruces los alumnos tendrían la posibilidad entrenarse en la manera en que la industria diseña, fortaleciendo las competencias necesarias para hacerlo con éxito.
Decir que la impresión 3D es una herramienta potente para desarrollar el aprendizaje basado en competencias, es señalarlo como una oportunidad para dar mayor coherencia entre teoría y práctica y dotar así a los profesionales de las capacidades necesarias para resolver exitosamente los problemas que se presentan en su desempeño laboral. El ejemplo de aplicación que dimos puede extrapolarse a muchos otros ámbitos como la medicina, donde se puede utilizar desde en la enseñanza de anatomía hasta en la simulación de la planificación de una cirugía. Lo mismo ocurre con otras disciplinas como el diseño Industrial o la odontología.